La taberna de Casimiro
La semana pasada, la taberna de Casimiro estaba llena, que eso es muy raro. Con el dinero que recaudó, podría mejorar su local. A la semana siguiente, cuándo ya estaban los obreros casi terminando, un grupo de cucarachas se apoderaron del bar. Casimiro llamó a su primo que era exterminador para sacar a esos bichos. Cada vez la cucarachas se multiplicaban. Hasta que un día Casimiro tuvo que cambiarse de restablecimiento. Cuando se cambio de local, se había gastado todo su dinero y iban a demoler el otro local. El puso una televisión para ver los partidos de fútbol y así volver a recaudar el dinero perdido. Cada vez recaudaba más dinero. Hasta que un día decidió donar el dinero a un orfanato. Y ellos se lo agradecieron mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario