Marisa era una joven de doce años. Cómo Marisa se llevaba todo el día dentro de su habitación haciendo tarea, se le acababa la tinta del bolígrafo, así que siempre la chiquilla, le pedía a su madre que le comprase una tinta azul para el bolígrafo. Todas las veces que le cambiaba la tinta al bolígrafo, su profesor le ayudaba. Hasta que el día 19 de mayo, Marisa decidió cambiar la tinta ella sola. Pero pasó algo sin sentido, que para ella fue el fin. Marisa, estaba cambiando la tinta azul al bolígrafo, pero el muelle del boli salió disparado hacia el ojo de la chiquilla: Mientras que Marisa gemía de dolor y no paraba de correr por la clase, su profesor intentaba detenerla para ayudarle. La clase estaba sufriendo una reforma en una ventana y desgraciadamente, Marisa tropezó con la maleta de un compañero y cayó por la ventana, precipitándose a la calle. Así a Marisa, se le acabó la corta vida que tenía.
Es un relato inspirado en la obra de Julio Cortázar.
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